Toma el Control

La ansiedad se controla.
El controlar el estrés depende en muchas ocasiones de nuestra habilidad para manejarlo, es una manera esencial para nosotros.
Hablemos del estrés agudo; el mismo aparece cuando una situación se sale por completo de nuestro control, por ende no podemos evitar que suceda para ello hay dos maneras que ayudan bastante a reducir al mínimo estos impactos de estrés.
El cambio de nuestra forma de ver las situaciones y modificar las respuestas físicas.Esto más que nada requiere de nuestro nivel de valoración y concentración, por ejemplo cuando se tiene una entrevista de tipo laboral y queremos ser aceptados, pero la mente nos dice:¿y si no se qué contestar? O “tal vez ya tienen a alguien apalabrado”.
Esto nos hace sentir miedo, coraje y falta de credibilidad, pero son solo nuestros pensamientos y por lo tanto irracionales ya que es lo que ¨yo¨ creo que pasara y no existen pruebas reales de esto.
1- El hecho de fallar es de humanos y a todos nos puede pasar no te presiones.
2- No soy adivino o vidente ¿Cómo puedo asegurar que esto va a pasar?
3- Aprender técnicas que nos ayuden en la relajación del cuerpo y la mente, donde exista la sensación real de tensión-relajación.
4- En el transcurso del día debe haber un momento para pensar en mí, en ese momento nada es más importante que yo.
5- Entablar pláticas donde poder expresar sentimientos y que la persona que escucha ponga toda su atención en la charla, haciendo un intercambio de opinión si llegar a la discusión que pueda convertirse en pelea o agresión.
Otro tipo de estrés es el llamado de anticipación.
Lo provocan pensamientos sobre lo que vendrá, el anticipar los pensamientos y deferentes acontecimientos que sentimos nos amenazan, son los siguientes:
“¿Y que tal que no……?”“me va a decir que no de seguro”“no voy a poder”“no servirá de nada”
Hagamos memoria de lo que acabamos de leer: no soy vidente, no soy dueño de la verdad ni relativa ni absoluta; el trabajar en estas cuestiones aplica más que técnica paciencia y decisión, si no nos atrevemos a hacer algo, corriendo el riesgo no sabremos si somos o no capaces de lograr nuestros objetivos.