lunes, 29 de diciembre de 2008

CUANDO PREOCUPARSE POR LA FALTA DE MEMORIA

La falta de memoria es un problema que asusta a muchos.

Olvidarse de donde pusiste las llaves, qué había que comprar en el super o de quién era el cumpleaños.

Probablemente te hiciste estas preguntas más de una vez.

Pero ¿cuándo hay que empezar a preocuparse por la falta de memoria? ¿En qué momento hay que comenzar a hacer algo para tratar de solucionar el problema?

Antes que nada, existen dos tipos de memoria, una inmediata y una antigua.

Y una se puede ver afectada sin que la otra tenga ningún tipo de problema.

Por eso es raro que haya personas que no se acuerden qué comieron al mediodía pero se acuerdan qué les pasó en séptimo grado cuando le tomaron una prueba de geografía.

Las razones por las cuales tu memoria puede estar fallando son muchas.

La capacidad de concentración, el nivel de estrés, la dieta, la edad, la tendencia genética, la calidad del sueño, los hábitos tóxicos y la actividad intelectual son factores importantes a la hora de contar con una buena o mala memoria.

Básicamente, todo puede afectarte, cualquier aspecto de tu entorno puede mejorarla o empeorarla.

Los síntomas

La pérdida de memoria se puede dar en diferentes medidas.

Cuando una persona no puede recordar lo que sucedió hace sólo un día o lo que pasó sólo unas horas antes es causa, usualmente, de amnesia, que es la falta de memoria inmediata y suele ser un hecho transitorio.

Estos casos aparecen, mayoritariamente, cuando se producen accidentes de tránsito.

Pero también existen otros casos en los que el afectado empieza a notar una pérdida de memoria de sucesos que acontecieron recientemente y, sin embargo, es capaz de recordar cosas que pasaron hace muchos años.

Este tipo de problema es común en personas de edad avanzada.

Luis Alberto Semper, médico psiquiatra explica: “Existe una memoria que es la memoria de fijación y existe otra que es la de evocación” y agrega que muchas veces “el problema esta en la fijación”, que surge cuando algunas personas que están muy estresadas, con problemas laborales o familiares.

“Otras pueden tener problemas en evocarlos”.
La evocación está relacionada a aspectos ya fijados en la memoria.
“Cosas que pueden tener que ver con su biografía o que aprendió en una carrera de estudio por ejemplo”.
El especialista asevera que “este trastorno es mucho mas grave” y debe tratarse para se pueda “frenar su progreso” o mejorarse.

Causas

Aunque la falta de memoria muchas veces es irreversible y inmejorable, muchas otras se puede solucionar.

Semper expone que “en algunas oportunidades –el problema- puede estar relacionado con el alcohol, el estrés, con enfermedades orgánicas, alteraciones por deficiencia en la circulación sanguínea cerebral o por falta de vitaminas entre otros casos”.

Y asegura que cuando uno ve que la memoria empieza a ser perturbada se debe acudir a un especialista “rápidamente” con el fin de evitar un desarrollo progresivo.

La mayoría de las veces lo que se hace, como primer paso, es detectar cualquiera de estos factores externos (alcohol, tabaco, drogas ilegales, etc) que puedan estar generando algún tipo de problema, y quitarlos por completo.

“Cuando se saca un agente patológico del cerebro siempre y cuando no haya un daño irreversible o permanente, suele solucionarse”, dice Semper.

Si el problema no se soluciona se ayuda con alguna sustancia que permita que no se deterioren los fenómenos de neurotransmisión.

Por otra parte, Carlos Regazzoni, médico neurólogo, explica que las causas de falta de memoria son:

“Presión arterial, problemas de azúcar en la sangre y, la mayoría de las veces, el estrés por exceso de trabajo” y aconseja que “siempre se consulte” con un especialista ya que, aunque este sea un problema que no ocurre usualmente, la incapacidad de recordar con eficacia puede estar siendo provocada por demencia.

No existe una edad determinada cuando estos inconvenientes empiezan a aparecer.
“La mayoría empiezan a tener estos problemas de adultos.
Cuando se empieza a trabajar y tener verdaderas responsabilidades” explica Regazzoni.

La memoria, para preservarse, se debe cuidar.

Y para eso tenés que seguir los consejos que los expertos dieron: alimentación adecuada, comer vegetales y muchas proteínas; ejercicios que usen la memoria (como leer, memorizar nombres, poemas, calles, etc); no hacer una vida sedentaria; caminar o hacer algún deporte; no fumar; no consumir drogas ilegales (mayormente la marihuana y la cocaína) y no tomar alcohol en exceso.

El médico psiquiatra hace una interesante comparación y asegura que “es muy sencillo”: “Uno debería cuidarse de por vida, nuestro organismo es como un vehículo.

Si yo uso productos de buena calidad, el auto va a durar más.

Si yo tengo un auto cero kilómetro pero uso productos de mala calidad y empiezo a usar los productos que debería los últimos 5 años, el auto, lógicamente, no se va a arreglar”.

Si estás empezando a tener este –gran- problema, no te preocupes porque hay luz al final del túnel.

Semper aseguró que “la memoria es una función que se puede rehabilitar como cualquier otro músculo, hay estrategias bien estructuradas que ayudan a dar herramientas que permitan su arreglo progresivo”.

Por: La Neurona Experta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario