El precisar metas y propósitos es parte esencial de nuestra vida, plantearlas bien o mal puede convertirse en un hábito que influye en forma determinante en nuestra vida. Planear es un proceso que conlleva pequeñas y grandes decisiones encaminadas a lograr metas propuestas.
Planificar la vida es una verdadera necesidad, en la que cada persona debe establecer muy claramente cuáles son sus metas.
Las metas no son propiamente los ideales y los sueños que se tienen en un momento cualquiera, por el contrario, se refieren a hechos más concretos, a aquellos para los cuales uno se prepara, trabaja y les dedica tiempo y esfuerzo. Son el fin deseable, el propósito u objetivo que se desea lograr.
Cada uno de nosotros desea encaminar sus esfuerzos hacia la culminación de ciertos logros; logros relacionados con su vida personal, con su vida familiar, con su vida laboral y social.
Para poder considerar una meta como tal debe reunir las siguientes características:
*Debe estar expresada por escrito.
*Debe ser clara y precisa
*Debe ser medible, es decir que sea posible saber si se logro o si no y el grado en que esta se cumplió.
*Debe ser realizable y deben explicarse los medios para poder lograrla.
*Debe llevarte a la utilización de todas tus habilidades, capacidades y destrezas.
*Debe ser visualizable, es decir que te puedas imaginar realizándola.
*Debe tener fecha de inicio y de terminación.
*Debe ser congruente con tus principios, valores y creencias.
-Cada meta que se logra es un paso que se avanza hacia el éxito. A lo largo de nuestras vida nos podemos trazar muchas metas posibles; unas serán más difíciles de lograr que otras.
-Fijarse una meta y no cumplirla pude hacer que se venga abajo nuestro proyecto de vida. Es por eso que además de tener presente estas características, también es imprescindible tener en cuenta las condiciones que se detallan a continuación al fijar nuestras propias metas.
Determinar la prioridad que tiene la meta. Esto es la importancia relativa que le damos en comparación con otra u otras metas. Las que tienen más alta prioridad son las que al lograrlas te resuelven un problema urgente, aumentan tu motivación y te hacen progresar notablemente.
Una vez que has determinado la prioridad de tus metas, se deben dividir en tres etapas: cortó plazo, mediano plazo y largo plazo.
*El corto plazo se refiere a un tiempo que va desde el planteamiento de la meta hasta los 12 meses.
*El mediano plazo es de uno a tres años.
*El largo plazo es mayor de tres años.
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